diumenge, 8 de desembre del 2013

SOBRE LA PÁGINA 90, O ASÍ

El Objeto

La edición que estoy leyendo de La Broma Infinita es la de bolsillo. Tiene unas 1200 páginas y pesa más de 1 Kg., seguro, lo cual se trata de toda una broma (...) cuando para ser de bolsillo, su ancho de lomo de aproximadamente 7 cm. la hace inviable para tal denominación. Suelo acarrear el libro (que ni siquiera es cómodo para llevarlo en la mano) en el interior de una bolsa en bandolera (0), cosa que hace que la bolsa muestre un aspecto abombado y deforme, e incluso que, dependiendo de su contenido adicional, la cremallera no cierre por la parte donde el libro está ubicado, lo cual permite que se aviste su orgulloso contenido. 
Como tiene las notas en una especie de anexo posterior al texto (1) , me veo obligado a usar dos puntos de libro durante la lectura. Pues no quiero perder un detalle durante la lectura, o mejor dicho, no quiero ser consciente de haber perdido un detalle, y que esa consciencia lastre para siempre tanto mi pronunciamiento como esa especie de sensación interior de falta de algo (2).
La cuestión de los puntos de libro no es nada superficial. No sé que hacer ni donde guardar los puntos de libro mientras leo. Suelo dejar un reguero de puntos de libro pues me resulta algo incómodo doblar las esquinas de las páginas donde abandono (3) la lectura, pero aún más incómodo sostenerlo en una mano, ya no dejarlo al inicio del libro y exponerme a que resbale constantemente o a que, de forma accidental, el libro se cierre y yo tenga que ir en búsqueda del punto en que lo dejé (4).

Lo que no es El Objeto

En cualquier caso, como la finalidad de esta bitácora es cualquiera menos a) emitir un juicio de valor que supondría auto-espoilear lo que, a la postre, será una opinión objetiva y promediada de la lectura, en UnLibroAlDía y b) auto-espoilear el propio contenido del libro, ergo, si alguien despistado, o curioso, o escéptica, acudiera a esta novela en busca de tramas, misterios y desenlaces(5).

Por tanto, y dado que esto es un mero prólogo, diré que hasta ahora La Broma Infinita me transmite justo lo que esperaba. Es decir: necesidad de esfuerzo y de paciencia, fascinación por su perfección depurada, por ese bosque oculto tras los árboles, por esa jerga presuntamente de prospecto clínico que supura más emociones y más experiencias personales de lo saludablemente aconsejable. Me transmite mucha empatía (6) y me transmite mucho más que la gran mayoría de los escritores, tanto más que, como siempre, cualquier otra lectura que se interfiere ha de ser forzosamente modesta pues al lado de este hombre, y permitid que me repita y me parafrasee, la ligereza de otros se convierte en vacuidad. Lo cual no es suficiente, al menos para mí, que no desisto ni de leer otras cosas ni de acudir a esa especie de camposanto o UCI de las ideas que es la carpeta de borradores de mi blog, carpeta en la que acumulo ideas con la intención de que no escapen, con resultados muy desiguales (7).

(0) marca DKNY, modelo más parecido a lo inequívocamente masculino que incluía el catálogo de regalos de puntos por uso de tarjetas de una entidad financiera a la que no voy a hacer publicidad aquí, es más, entidad a la que recomendaría a todo el mundo que se abstenga de aportarle negocio alguno dado su claro posicionamiento unionista ejercido de forma absolutamente interesada (esta nota tiene el 0 debido a que el párrafo que la refiere ha sido intercalado a posteriori y no me resultaba cómodo ni práctico renumerar las posteriores). Bastante que no haya habido notas con números negativos o no vaya a haber en el futuro notas con números decimales.
(1) cosa no muy práctica, y que ignoro si estaba resuelta de la misma manera en la edición inicial del libro, pero que entiendo que es algo que no queda más remedio que hacer, dada la extensión de algunas notas - la que recoge la filmografía del padre, por ejemplo, ocupa más de media docena de páginas a tamaño de letra 10 como máximo
(2) al respecto, siempre recordaré que cuando, años atrás, vi The Sopranos, solía grabar los capítulos en un DVD conforme los descargaba del eMule. Como el DVD portátil donde los reproducía tenía una pantalla dividida en dos partes: en la parte izquierda figuraba el árbol de directorios y en la mitad derecha el nombre de los archivos. Como la pantalla sólo mostraba los caracteres iniciales de los archivos, no fui consciente de que, al grabar el DVD, la presencia de barras o puntos en los nombres de éstos hicieron que, en un caso puntual, viera uno de los capítulos fuera del orden establecido, circunstancia que noté, por algún detalle, a los cinco minutos de visionarlo. A pesar de lo cual, esos cinco minutos, en los que se producía (menuda pista hablando de The Sopranos) un crimen, no conseguí reubicarlos y me ha quedado, hasta que decida invertir otras 80 horas de mi escaso tiempo libre en volver a verla, cierta desagradable impresión de no haber visto la serie en su integridad, de faltar algo que no sé qué es.
(3) tampoco me gusta la palabra abandono en este contexto
(4) ni dejé tampoco
(5) como hacían los que veían Twin Peaks sin interpretar que el medio era el mensaje
(6) en especial por los editores y correctores que pudieran intervenir en su primera publicación, a los que imagino sentados sacudiendo la pierna derecha, en el despacho de la editorial, atormentados por el retraso a la cita del autor, y por su más que previsible negativa a modificar ni una sola coma de cualquiera de los párrafos, ni siquiera aquellos más trufados de polisílabos y tecnicismos
(7) entre los que reluce un post vacío y misteriosamente titulado Hepatotoxicidad leve que agradecería que alguien que lea esto se sirva sugerirme o apuntar de dónde puede haber surgido.

dissabte, 7 de desembre del 2013

TRADUCCIONES Y AFLUENCIAS

La señora de la foto de la derecha se llama Joana Maria Camps. Nótese la o en el primer nombre, la ausencia de acento en el segundo y el origen catalán del apellido.
La señora de la foto de la derecha es la Consellera en las Baleares de Educación, Cultura y Universidades.
La señora de la foto de la derecha sabe que, en el entorno del cargo que detenta (1), es muy importante eso de hacerse una foto delante de una estantería repleta de libros. La que ella ha escogido cumple con ese objetivo, aunque no en su totalidad. A mí me gustan las estanterías más desbordantes, con libros al través, con libros por encima de las hileras, como proclamando impacientes la necesidad o la conveniencia de nuevas ubicaciones. Cabe la posibilidad de que la señora de la foto de la derecha (que acabo de leer que es abogada, agente de la propiedad inmobiliaria y, por supuestísimo, qué esperábamos a estas alturas, no vayamos a hacernos los sorprendidos, militante del PP) eligiera una estantería de libros de algún conocido o afín para la foto que ilustra este texto.
Añado que sólo me es imposible identificar uno de los lomos como un curioso Archivos de España y América que poco o nada me dice acerca del gusto literario del propietario de la estantería.

Porque...

La señora que ha de regir la educación de toda una Comunidad Autónoma de ese estado que me niego a mencionar con palabra alguna que implique el uso respetuoso de una mayúscula, esa señora que, en función de la información incluida en su nombre (al que añadiré un segundo apellido, Bosch, también de indudable raíz catalana) debería emplear y conocer la lengua catalana o mallorquina o valenciana o como quiera denominarse, pero lengua al fin y al cabo en la que algunos tendemos a entendernos, esa señora a la que algunos más maliciosos recriminarían un aspecto poco dinámico (o, siendo más incorrectos, recriminarían una cierta tendencia al sobrepeso) y un aspecto de no simpatizar con ciertos sectores más radicales de la juventud, esa señora que, insisto, determinará cómo sea la formación de un número nada despreciable de ciudadanos, es incapaz no solo de saber lo que es el informe PISA (informe que cualquiera que haya tenido hijos escolarizados en la última década sabe perfectamente que evalúa ciertas aptitudes de manera objetiva y comparada a nivel del continente europeo), no solo de eso, sino igualmente incapaz de reaccionar en medio de un discurso y saber que la palabra PISA, puesta a toda prisa y de cualquier manera y sacada de contexto, es traducida automáticamente al catalán teniendo en cuenta su acepción como tercera persona del singular del presente del verbo pisar (que es de la primera conjugación, e, intuyo, regular), por la palabra equivalente TREPITJA.  Dos veces le sucedió, sin reacción ni explicación inmediata o posterior. Perdiendo, además, la expresión PISA, todo su sentido por su condición de acrónimo de una serie de iniciales que no me voy a molestar en buscar, pero permitiéndome, además de otro post precipitado y davidfosterwallaciano, una sonora carcajada ante la inutilidad de los políticos, carcajada que progresivamente se hiela al pensar en que, por lejos que considere a esta inútil, está mucho más cerca de lo que parece. 
Sabiendo, como sé, de quien ha hecho una carrera profesional del hecho de limitar los intercambios orales en inglés al extremo mínimo de sólo relacionarse por escritos y aventurar las interpretaciones al errático y caprichoso designio del Google Translate.

(1) Aunque podría decirse que ejerce (mal) u ostenta (pues me consta que en varias ocasiones ha alardeado de su jerarquía en tono realmente desagradable y despótico), opto por mantener "detenta" dado que mi conclusión es que, aunque aupada a esa posición merced a algún proceso electoral, no es merecedora de él para nada después de una pifia tan colosal e indigna de su posición. Y ello ha hecho que esta entrada quede más DFW.

divendres, 6 de desembre del 2013

NICOLAS, EMPERADOR DE CHILE


Para tener veintipocos años Nicolas Jaar ya ha cosechado fama y prestigio. Lástima que sea en este mundo en recesión sin fín y en un género tan maltratado como la música a la que la etiqueta de electrónica acaba representando un estigma. Es decir: cuando escribo estas líneas ya sé de muchos que dejarán de leer no en menosprecio a cualquier valor literario que, de forma exagerada, pueda atribuirse a este texto, sino porque, sin cometer una mala apreciación, entenderán que cuando se usa la forma del ensayo para ensalzar algo, una de las primeras condiciones impuestas por el futuro lector será un mínimo interés, por incipiente que este sea,  hacia el tema del cual va a versar el texto; así que no voy a pensar que muchos lleguen hasta este punto si no tienen una cierta filia. Por lo que, de ahora en adelante, el texto se nutrirá básicamente de cierta jerga y cierta palabrería que, lo siento en el alma, aquellos que hagan bandera de su profanidad en ciertos conocimientos musicales, encontrarán extraña cuando no abiertamente incomprensible.
Un inciso previo. Este post aislado coincide en el tiempo con mi lectura (en este justo momento ando sobre la página 62, cuando acabamos de saber que Hal Incadenza alterna sus elevados niveles académicos y deportivos con el consumo de estupefacientes, y que su madre ha enviudado en el curso de los últimos cuatro años), de La Broma Infinita, buque insignia de la obra de David Foster Wallace, más de 1.100 páginas que, como siempre, afectan a mi modo de escribir (otorgarle el apelativo de estilo sería petulante) y experiencia de la cual barrunto la posibilidad, ante la certeza de que la cosa va a ser larga y seguramente difícil, de llevar una especie de bitácora del puro hecho de la lectura. Mi decisión al respecto será muy sencilla de averiguar en el curso de los próximos días.
Volvamos; pues Nicolas Jaar es de origen chileno y usamericano. Una mezcla a la que la democracia creativa que internet trajo de la mano debería más o menos tenernos acostumbrados. A pesar de eso, intuyo que en el momento en que su triunfo se ha generalizado (ese triunfo, insisto, modesto y de corto alcance) se ha decantado más por andar por NY, quizás relegando las estancias en Chile (que ignoro si las hay, pero es que he dejado de ser tan fanático de los músicos como para andar en búsquedas de donde tienen establecida su residencia) a épocas de mayor introspección o, vaya usted a saber, etapas en que uno debe alejarse de los focos y la fama y las multitudes para entregarse a, erm, el proceso creativo.
Jaar entregó, hace un par de años, un disco esplendoroso que tituló Space is only noise y al cual puso una de esas portadas espartanas en blanco y negro. De hecho le presté tan poca atención, mal hecho, a la portada, que al ir a buscarla, justo ahora me doy cuenta de que la foto reproduce un cochecito con un bebé durmiendo. Hace cinco minutos la forma en la esquina superior izquierda hubiera jurado que era un perro, o algo así. De hecho desde lejos me lo parecía. Vaya, este post ya me ha sido útil. El contenido de Space is only noise a mí me pareció, a priori, que debía ser otro de esos difíciles ejercicios de la onda de los músicos del neoclasicismo electrónico como Johann Johannson o Tim Hecker o Andy Stott. Pero no: se trataba de algo a la vez más orgánico y a la vez sin tanta querencia por la textura como por el contenido musical. Ese disco me pareció, me parece, uno de los discos más innovadores en muchos años, cuando esa innovación consistía en, simplemente, incorporar elementos poco habituales. La guitarra con twang o el saxo. 


Y frente a la difícil puesta en escena de un disco asi, donde la secuencia es fundamental para que el oyente no se encuentre con una hora seguida en el mismo tono, Jaar demostró su sentido musical incorporando voces, incorporando ritmos muy cercanos al dub (el video anterior es un ejemplo, aparte de tenderme un puente de oro para explicar la cuestión relativa a la portada). Esa es una cuestión clave, incluso en estos tiempos donde acceder a una canción determinada está solo a unos pocos clicks. La secuencia del disco era de una ayuda enorme, era esa secuencia donde necesitas oir la canción de ese momento tanto como que la siguiente empiece. 
Bien: el mundo respondió a Jaar y la acogida fue favorable. De hecho, y voy a establecer una afirmación que muchos tildarán de pretenciosa, consiguió uno de esos hitos que objetivamente ejemplifican el éxito: los del festival Sónar se fijaron en él. No es un farol: si algo han conseguido estos tipos es desarrollar un olfato hacia lo que interesa. Pueden haberse dado el trastazo y haber apostado por hypes, pero os digo yo que si pusieron el ojo en Jaar es por algo. Y la sesión para el Sónar lo demostró. Aportando material inédito, tomando el micrófono para sus fraseos ligeramente nickcavianos, acompañado de músicos orgánicos.


Ahora voy a reconocer cierta injusticia: Jaar se ha aliado con otro músico para publicar nuevo material bajo el nombre de Darkside: el disco se llama Psyche y yo seguramente me arrepienta en un futuro no muy lejano de no haber retenido el nombre de ese músico, pero como resulta que mi entusiasmo ahora es por Jaar, he decidido que nada puede ensombrecer su figura. Pues el disco de Darkside suena tanto a Jaar que me parece simplemente otro disco de Jaar. Vuelve a ser un disco excelente y vuelve a ponerlo difícil a la hora de definirlo. Es como si (aquí voy a ponerme algo técnico) los primeros ritmos del trip hop se hubieran congelado y se hubiese evitado la reiteración en ciertas bases sobreexploradas y sobreexplotadas, como si se hubiese decidido mezclar los estilos de una forma más decidida e inspirada. Jaar empieza a recordarme a cierto otro músico que viró desde la escena electrónica a sonidos más físicos (el gran David Holmes) y me lo recuerda porque parece tener muy claro que su formación y su progresión musical le deben tanto a las máquinas como a las colecciones de discos como a las bandas sonoras de músicos como Carter Burwell o Cliff Martínez. 


Para completar este panorama idílico y para finalizar este deslabazado post en el que se han notado en exceso dos circunstancias (a saber, el tiempo que hacía que no me empleaba aquí y la influencia de la lectura de DFW), rematar mencionando la sesión que los dos músicos se marcaron para la web de Boiler Room. Recomiendo (ya lo hice por Twitter a raíz de la sesión del gran Jamie XX) a todo el mundo que se dé de vez en cuando un paseo por la web de Boiler Room. Aparte de ver a grandes DJs en su salsa, los tracklist son un caramelo para cualquier interesado en el eclecticismo, sirva éste para llegar a la pista o no.


Y una nota de salida: ya que este post ha sido el producto de dos o tres ratos que me he sentado ante el teclado (como siempre, a lo bruto, sin edición, sin depuración de estilo, con el único listón mínimo de evitar faltas de ortografía y faltas básicas de expresión), por lo que sí: he decidido retransmitir esa lectura de DFW. Pues no soy capaz de esperar esas semanas hasta explicar qué me parece un libro, y porque soy consciente de que no es un libro normal de más de 1000 páginas. Sí: hay libros normales de más de 1000 páginas. Pero el de DFW sabía, desde la primera, que no iba a serlo.

diumenge, 17 de novembre del 2013

IVÁN REPILA: EL NIÑO QUE ROBÓ EL CABALLO DE ATILA

A de amiguete. Pues sí, el autor de este libro y yo solíamos escribir en el mismo blog, antes de que los compromisos editoriales le enjugaran el escaso tiempo libre y lo acapararan para otros menesteres. Ahora es una sombra que planea sobre el blog y sus aportaciones son más mentales que físicas. Qué le haremos.
B de Barcelona. Y nuestro momento de coincidencia espacio-temporal en el planeta fue en mi ciudad. Lejos de buscar uno de esos bares ultra-cool que abarrotan la ciudad basándose en el hecho de intercambiar sobreprecios en las cervezas a cambio de la posibilidad de la presencia incógnita y desapercibida de alguna celebridad de medio pelo, miembro de tercera categoría del decadente y depauperado star-system, lejos de pasarnos el escaso ratito dudando, nos sentamos en una de esas terrazas clónicas de sillas clónicas de bares clónicos en calles clónicas (estar en Gracia y pasar al otro lado de la calle Bailén) atendidos, sí, por chinos clónicos.
C de cosas. Pasaban cosas: la gente vive en las terrazas en agosto, las ventanas están abiertas y los ruidos de los coches que frenaban con brusquedad hicieron que prestáramos atención a otras cosas.
D de debate. La cuestión política era ineludible, un vasco y un catalán hablando sobre la cuestión de moda.
E de ETA. Yo le dije qué pensaba y él me aportó una perspectiva.
F de fútbol. También sabe que confío en el Tata Martino al margen de que los nombres que uno emplea sean más o menos desacertados y de que la directiva actual del Barça represente para mí el paradigma de todo lo que me repugna en la trayectoria empresarial. El secretismo, el silencio traicionero, lo sibilino. Uy, cuántas S, y estamos por la F.
G de Gustau. Me vendió, ese mismo día, El ruido y la furia , de Faulkner, por 1 Euro. Lo hizo ante un testigo para que todo el mundo lo sepa.
H de Horacio. Un intermedio. Este hombre hace mucho que no comenta.
I de Iván Repila. Iván Repila es uno de esos escritores jóvenes que es mencionado a menudo cuando se habla de grandes promesas de la narrativa en castellano. En dos novelas ha demostrado ser capaz de aquello tan celebrado que es mostrar diferentes registros. O sea, pasar del desenfreno tarantiniano y esperpéntico de Una comedia canalla al tono solemne de esta espléndida El niño que robó el caballo de Atila, novela árida y cercana a lo mágico que me he zampado en menos de dos horas. 
J de Jenn Díaz, más conocida como Fusa, es de esas personas que he conocido a través del mundo blogger. Bien, hoy sale su foto en La Vanguardia junto a otros escritores alrededor de la treintena (edad que la muy desvergonzada ni siquiera está cerca de alcanzar) y ello me ha dejado no sorprendido sino, digamos, confirmado. Y estooo. Ya sé que dije que no compraría muchas más veces La Vanguardia. 
K de Kentucky, estado que en el siglo XIX aún toleraba la esclavitud.
L de lluvia, lluvia continua y seguro que benévola que ha transformado un fin de semana en una especie de tour de force literaria.
M de Moritz. Cerveza de la nación catalana, aunque todo puede que sea una operación de marketing. En cualquier caso, desde que descubrí que la cerveza Damm contenía arroz, yo dije que no, que el arroz es para las paellas. 
N de Nick Cave. Parece que le ven algo de blues a este hombre. Yo diría que es el primer crooner punk, porque a Sid Vicious lo de cantar My Way no pareció sentarle muy bien.
O de Orgullo. Pues va el tío y alardea de haberme conocido ante la gente de ULAD.
P de publicaciones en idiomas como el francés o el italiano. Que parece que están en marcha. 
Q de qué. ¿Qué explica el libro? Pues cómo dos niños hermanos (Pequeño y Grande) están en el fondo de un pozo en medio del bosque. Sin más que suponer el motivo. Su día a día y sus intentos, y todo lo que suscita una convivencia tan forzada en una situación tan extrema. 
R de Raval. El barrio, junto a Gràcia y el Born, más acanallado de Barcelona. O eso era: donde cenan los escritores y donde hay bares de absenta.
S de simbolismo: el libro de Repila merece muchas interpretaciones, y algunas de las que he oído son bastante descabelladas. Para mí es un libro de crisis económica galopante, de crueldad casi oriental y de reto personal. Solo espero que ningún gurú de la motivación empresarial se lo lea y lo convierta en uno de esos repugnantes artefactos motivadores como Quién se ha llevado mi queso. Sí: es TAN susceptible de ser interpretado.
T de tabaco. Fumas demasiado, machote.
U de una. Una opinión sincera, porque no me perdonaría otra cosa. Pues el libro es magnífico aunque tiene algún detalle algo ingenuo en algún punto, alguna línea de diálogo un poco forzada, pero que no impide que el resultado global sea muy notable. Más para estos tiempos que corren: al lado de la fuerza visual de su primer libro, el enorme abanico de interpretaciones posibles hace de esta novela breve e intensa un óptimo instrumento de búsquedas y relecturas que ignoro si el autor contemplaba cuando concibió el libro. Eso debería traducirse en ventas y en aullidos críticos, aunque también se corre el riesgo de ser acusado de pretencioso o visionario. Que yo sé que no, pero otros no lo saben.
V de Valencia. También hablamos de Valencia, como no, y me arriesgaré a mal recordar nuestra queja de cómo una ciudad tan luminosa y tan mediterránea ha sido entristecida por la voraz política de expolio de un PP desbocado.
W de Walker, Scott. The Old Man's Back Again es la canción que aproveché para promocionar. Los laterales de la Diagonal y el no prestar suficiente atención al tráfico es lo que vienen a tener.
X Estáis de coña si pensáis que voy a empotrar aquí una frase con xilófono. Vamos.
Y de ya. Ya está acabándose este suplicio
Z de Zaragoza. Lugar de residencia, nadie sabe si definitiva o no, de un señor al que, entre otros, la pelota de libros como el de Repila se le ha colado en el tejado (o en la cancha) y tienen, deben, diría, que devolverla convenientemente. Lo harán, hombre.

dissabte, 9 de novembre del 2013

EL MISTERIO DE JARVIS


¿Para qué esperar más?
¿Para qué exigir silencio e introspección, y una mesa en una esquina solitaria, para escribir? 
Cuando las palabras hierven, todo eso da igual. Mi mujer desayuna y yo ya he acabado. Mi hija duerme y mi hijo anda por casa de un amigo pensando en qué parte de sus brazos o de sus piernas está libre de algún arañazo o contusión.
Y yo dije que hablaría de Jarvis Cocker.
Escribo de Jarvis Cocker teniendo bien presentes las palabras y los consejos que he tomado del único libro de Stephen King que a mí puede llegar a gustarme. Por lo tanto, adiós adverbios, hola párrafos con sentido. Y alguna otra cosa: los puntos y comas pueden irse echando a temblar.

Gracias a los Podcast de la BBC esta mañana escuchaba el programa que Cocker dedicó, el domingo 3 de noviembre, a la obra de Lou Reed. No es que hiciera falta que yo cayera en la cuenta de la enorme influencia sonora de la Velvet Underground, ni es que yo hubiera hecho mucho caso a los últimos discos de Reed.
Pero Jarvis es mucho Jarvis. Lo primero que le diría, si lo tuviera delante (tras pedirle que tuviera consideración, que mi inglés es bueno, pero que debe hablar despacio y moderar su acento) es cómo puede uno sentirse cuando está en el estudio de grabación (grabando, sabiéndolo o no, el que será tu último disco con el grupo, el efectivo, peroalquelefaltabaalgo, We Love Life) y el tipo que ve tras el cristal, l dónde quiera que se meta el productor, es el mismo Scott Walker. 
Luego, le preguntaría si es consciente de que su look particular (consistente en distorsionar unos rasgos algo aniñados tras unas gafas de espantosa montura de concha) ha influido a toda una generación, hasta el punto de que alguien brillante haya acuñado el adjetivo gafapastil
También le preguntaría si cree que las angustiosas caladas que da al cigarrillo en los extractos en que aparece en 30th Century Man  son influencia de las caladas que dan los protagonistas de la primera temporada de Mad Men. Seguro que mantendría un silencio de auténtica modestia y esperaría otras preguntas más centradas en su trabajo.
Más tarde compartiría una opinión algo personal: que encuentro injusto, mucho, que una de sus canciones más brillantes sea, con  frecuencia, olvidada cuando se rememoran sus mayores éxitos.
Es ésta.


Más adelante, en una especie de recapitulación de hits menores en la que yo demostraría un conocimiento cercano a lo canónico sobre su discografía, cuestionaría la condición de mejor disco de Different class, ya que nunca me he sentido demasiado cómodo con el parecido de Disco 2000 con un impresentable hit ni con aquel chascarrillo sobre la melodía de Common people tomada de una cancioncilla de Mecano. Le diría que, para mí, las mejores canciones de ese disco, que es fabuloso, aclaro, son ciertas perlas que no siempre han sido valoradas.


En medio de la conversación, y dado que, en el vídeo de Live Bed Show, ha quedado manifiesta su condición de brillante letrista, le preguntaría por la intención de la frase contenida en todos los libretos de sus discos, aquella que decía algo parecido a Por favor no leas las letras de las canciones mientras estás oyendo el disco. Tendría miedo de ponerme, ya, algo impertinente, pues no sabría si sería capaz de expresar si detrás de ello la intención que percibo era separar el valor sonoro del valor literario, o si, por el contrario, pensaba que el análisis que merecían una y otra cosa debían interferirse o no entre sí.
Me liaría con la explicación y provocaría un silencio incómodo.

Qué difícil es romper el silencio. Imposible hacerlo si no es con algo brillante.

Como que por qué decidía insistir con el grupo tras diez años sin la más mínima repercusión, entre 1983 y 1993.


Y hacerlo, regresar a volver a intentarlo, sin un cambio tajante de sonido. Solo agrandaron los agujeros por los que asomaba Bowie y la primera época de Roxy Music, y alguna otra cuestión no tan visible (como, especulo, la influencia del torbellino de la música electrónica que en ese momento arrasaba las Islas Británicas).
Ellos veían a la juventud desconsolada del post-thatcherismo descubrir las drogas sintéticas. Siempre pensé si la toma de la canción para el disco era en vivo.


Jarvis ya habría recuperado lo más cercano a una sonrisa. Hablaríamos del brit-pop y le haría una pregunta de esas que uno lleva años pensando, de esas que sabes que solo tu cabeza puede urdir. De esas que, como entrevistador veterano y bregado en estas lides tras años y años de duras batallas contra divos en ascendencia y divos en decadencia, sabes que desnuda al tipo ante tí.

¿Te has mirado alguna vez en el espejo y has sonreído pensando que ese que el espejo refleja no es, por suerte, Noel Gallagher?


Qué pena: la mención al brit-pop quedaría reducida a cuatro o cinco detalles que de golpe les desmarcarían de esa presencia casual. Pasábamos por ahí. La entrevista estaría llegando a su final y, consciente de no saber si habría otra oportunidad,  obviaría el par de preguntas que habrían de llevarnos a reflexionar sobre el motivo de que su carrera en solitario no haya alcanzado ninguna de las cumbres que Pulp habitó con comodidad durante algunos años. Mejor así. 
Hablaríamos de su programa de radio, de su brillante Sunday Service que todos los domingos, casi sin falta, me habría descubierto algún talento escondido entre las piedras de los acantilados. Hablaríamos de que ese es un éxito personal, amable, cómodo pero no acomodado. Vería que se pone algo nervioso. Cuestiones de la nicotina, o mejor, de su ausencia. Vería que los minutos que me han concedido para la entrevista llegaban a su fin, y que, en realidad, ya habíamos habñado de lo sustancial.
Pensaría si, como decía el libro que leí, a veces un párrafo tiene que limitarse a una frase, porque el oficio te lo dice.
Y diría que sí.

divendres, 1 de novembre del 2013

ARRIBA Y ABAJO

Primero, las malas noticias. 
Aunque sea algo pronto para decirlo, pues la precipitación es mala consejera.
"Reflektor" es el cuarto disco de Arcade Fire. Es el segundo disco consecutivo que se inicia con la canción que da título al disco, tras "The Suburbs". Para los que andamos algo obsesionados con la música, ese es un detalle importante. Más, en esta época en que se oyen los discos de esta manera tan alejada del concepto oir un disco en la época del vinilo. Que puede que tenga que ver con el intrínseco sentido de la holgazanería humana. Ponías la aguja sobre el vinilo, oías el "slap", y dejabas que la cosa fuera tirando. ¿Levantarse a desplazar hacia otra canción? Vamos, estoy muy cómodo en el sofá. Pero vino el CD, vino el mando a distancia y vino la tecla skip. Vinieron los reproductores portátiles y el iPod y los ficheros AAC y los ficheros Mp3 y se acabaron las concesiones. Pero los Arcade Fire deben conservar un hálito de confianza en ese viejo sistema de oir la música. Muy mal no les va, así que allá ellos. Hoy leía en RDL sobre Spotify, plataforma que no uso, y joder, pienso que esto es una mierda, así como está. No hay oportunidades para músicos incapaces de atrapar al oyente a los diez segundos de canción y evitar que se vayan a otro sitio. Mundo que hemos creado entre todos. Algunos más que otros, pero entre todos. Vaya. 


Total, que el artefacto promocional que Arcade Fire han puesto al servicio de la promoción de este disco doble es la cuestión viral. Camuflarse tras otros nombres para hacer correr nuevos temas por la red. Usar rumores. Y, al final, presentar adelantos. A lo clásico, pero un poquitín más trabajado. Un primer clip onda caribeña, con interactividad incluída. Un segundo, oscuro, brillante, bizarro, que ese sí ya apartaba el tema visual y convertía a la canción, repito, la canción, en el centro. Los dos para presentar ese tema, una especie de experimento de rock bailable, un tema intenso, pegajoso, prolongado y puntualmente aderezado con efectivos trucos de producción del James Murphy, que dispone de tiempo libre tras haber dinamitado a los LCD Soundsystem, con lo que intercala la intensidad guitarrera con pasajes ácidos, con cuerdas y hasta con un piano percusivo que recuerda muy en el fondo ciertos pasajes ácidos y luminosos que muy pocos recordamos ya.


Luego, "Here comes the night time", mini-film de 23 minutos adicionales repleto de cameos de todo tipo: James Franco, Michael Cera, Rainn Wilson, Ben Stiller y Bono. Sip, Bono, que hace una especie de gesto de desplazamiento de carrera al ser sustituido en el escenario. En este experimento presentaban tres temas más: el que le da título a la película, donde acudían a cierto ritmo caribeño que encuentro algo, ejem, impostado, , "We exist", ese sí, un trallazo de funky-disco-rock planeador que goza de un efecto visual francamente fascinante, y "Normal person", un regreso a ciertas tonalidades presentes en "The Suburbs": unos Arcade Fire más norteamericanos, más violentos y cercanos al boogie-rock. Todas las canciones presentadas están entre los primeros temas que desfilan cuando oímos "Reflektor", el álbum. Y qué pasa entonces. Pues que el oyente se queda con la idea de que esas canciones son el esqueleto de un disco doble. Con la sensación de que más allá no va a encontrar gran cosa ya que el grupo no ha decidido incluirlo en la promoción inicial. Con tres o cuatro canciones iniciales efectivas ya hay bastante, y luego si encuentras alguna perla por allí hacia el final, tú ya verás. Como oyente el tracklisting es importante. Como analista es importante conservar ese concepto, añejo, ya lo sé, del álbum como conjunto con el que el músico viene a expresarse. Y esa disposición me desorienta y me aleja al disco, lo separa y lo acerca al concepto "grupo de canciones". Ahora que Lou Reed ha muerto y veo pocos discos más unitarios que su majestuoso "Transformer", apenas media horita de canciones breves y tendentes a lo íntimo, canciones en las que veías a los músicos abandonando el estudio con sus instrumentos en una maleta, diciéndose buenas noches hasta mañana y acudiendo a sus apartamentos a fumar hasta el día siguiente.


Luego, las buenas.
Los mejores discos de Goldfrapp van a ser, para siempre, los dos primeros. Pero resulta que "Tales of Us", sexto disco en estudio, nos fue presentado, por su tonalidad oscura, como un reprise de su debut, el extraordinario "Felt Mountain". Se habló, incluso, de que el concepto del grupo era alejarse lo máximo posible de su anterior disco, "Head First", lo más cercano al sonido disco-chochi que habían grabado.



Así que, volviendo a esa imagen expuesta en el párrafo anterior, veo a los músicos que tocan en "Tales of Us" viviendo en casas de campiña inglesas, alquiladas para tal fin. Desayunando y esperando que el día se aclare un poco para acudir al estudio y tomarlo donde lo dejaron. Las canciones de "Tales of Us" tienen, todas menos una, nombres de personas. A lo largo de este tiempo he descubierto que Alison Goldfrapp ha tenido parejas de ambos sexos. Los vídeos previos al lanzamiento de "Tales of Us" son estéticos y delicados. 


Presentan dos canciones, "Drew" y "Annabel", y en todos ellos andamos un poco perdidos en cuestiones de identidad. Pero, a diferencia de los trallazos efectivos e iniciales del disco de Arcade Fire, el disco de Goldfrapp crece mucho con las escuchas. A pesar de esa tentación de recrear ciertos paisajes sonoros donde ya han triunfado antes, y de que los teclados son menos protagonistas (en parte cediendo espacio a guitarras cristalinas, de esas en las que se oye el chasqueo de las cuerdas, como las que llenaban ciertas canciones de la grandísima Françoise Hardy). A pesar de que pueda invadirnos cierta impresión inicial de que se han enfrascado en un "Back to basics" particular, este es un disco soberbio, un disco en el que, al menos seis o siete canciones (de diez) persisten en la memoria con un poder evocador, cinemático, con una presencia que solo atribuiría a la intraducible expresión inglesa "otherworldly", cuestión, por cierto, que me ha ayudado sumamente a observar la escucha de los podcasts de los Sunday Service que el gran Jarvis Cocker (otro día, pronto, hablaré de Jarvis Cocker) nos suministra cada domingo. Pues eso: oid ese magnífico disco irregularmente recibido llamado "Tales of us". Dejad que el disco suene, que supere ese único tema rápido colocado allí en medio (sin saberse bien por qué, pero hay que dejarlo ahí), y luego acudid a esos recuerdos que sus canciones han dejado. Haciendo que reposen.


dijous, 24 d’octubre del 2013

EL AFECTO BOOMERANG

Foto del gran Jordi Borràs
Ha pasado el 11 de septiembre, un 11 de septiembre que movilizó a más de un millón de personas en algo tan agresivo y peligroso como tomarse de la mano a través de una distancia de 400 kilómetros.
Ha pasado el 12 de octubre, un 12 de octubre donde miles de personas tomaron la Plaça Catalunya, recibieron discursos en español, y ondearon banderas españolas en un lugar donde sólo solía hacerse en tiempos muy oscuros y muy peores. En esa misma fecha unos cuantos celebraban en la Plaça Espanya por la dictadura y por la supremacía de la raza blanca y no sé cuantas tonterías más.
La diferencia entre las cifras habla por sí sola. ¿Hace falta que yo añada que, mientras el primer día me cruzaba por Barcelona con montones de gente llevando estelades, el segundo apenas me crucé a una familia con una bandera rojigualda (con un toro) y que no vi una sola de esas banderas colgada en ningún balcón de la zona donde vivo? Y que no me acerqué a la manifestación fascista: mi cara de repugnancia hubiera acabado delatándome.
Pero esos datos podrían argumentarse en mi contra: en la opinión subjetiva de un tipo que, desde aquí, desde Twitter y desde donde haga falta se ha pronunciado con claridad a favor de la independencia de Catalunya.
Pues bien: votemos. 
Ay: ese es el recurso final del estado español. No puede votarse. Más concretamente, nos intentan convencer de que la verdadera democracia consiste en no votar y de que los que queremos votar somos unos nazis. La unidad del estado español la estamos reforzando: los dos grandes partidos de arraigo nacional están más de acuerdo que nunca en lo que a ese tema se refiere. Nada pone más de acuerdo a la gente que un "no" tajante dicho a coro. Ya hace tiempo, mucho tiempo, que se amenazó a Catalunya con la balcanización. Ah. Una importante aclaración. Cuando un político español de arriba dice balcanización se refiere a que España será Serbia y Catalunya Bosnia. O sea: nos amenazan con tanques, campos de concentración y genocidio. Nos amenazan, sí, con la aplastante fuerza de un ejército para ejecutar sus imposiciones y sus designios. Nos amenazan si osamos ser tan agresivos e insolidarios de averiguar, en nuestro ámbito interno, si queremos continuar la vida al lado de semejantes angelitos.
Qué pasa si votamos.
Él miró a los ojos a la que era su mujer y le preguntó si después de tantos años aún le quería.
Pues bien: el estado español tiene miedo de la respuesta. El estado español arguye mayorías silenciosas, porque estar en silencio es, en el fondo, un eufemismo de estar callado. Quien está callado ni se sabe porqué lo está. Por miedo, por pereza, por desidia. Por lo que sea. Ahora vale estar callado como si el Partido Popular ostentase el poder por el montón de gente que calló. No: se trata de que te calles si lo que vas a decir no va a gustarme. Y yo ya interpretaré tu silencio según mi conveniencia y mi antojo. Joder: pensaba que sentarme ante el teclado iba a aclarar algo, si más no, si yo iba a ser capaz de actuar con objetividad. Pero todo me conduce a lo mismo. ¿Por qué están tan interesados en que no votemos? Tienen miedo de una opinión mayoritaria en contra, conscientes de ese caldo de cultivo puesto en la olla cuando se entregó el poder a una dinastía designada por un dictador, con una continuidad absoluta, y cuando se disfrazó esa designación con una capa de aparente credibilidad, y eso en Catalunya no nos lo hemos tragado. Tienen preparados todos los pretextos: que si adoctrinamos a nuestros hijos por educarlos en nuestra lengua, por mostrarles todo lo que hemos atravesado como nación invadida. Sabemos qué se hizo con nuestro idioma y con nuestra cultura, qué se intentaba hacer, y cuál es el primer paso para evitar que ese riesgo se reproduzca. Lo sabemos perfectamente y la independencia va a ser una situación que nos aleje algo de ello. Pues otras amenazas son suspender la autonomía,  anular al gobierno de la Generalitat elegido por las urnas, encarcelar a los gobernantes, acusarles de traición, aplicarles justicia militar. Seguro que asistiremos a la tortura posterior de los partidarios de la reunificación, pero os digo yo que ese paso no tendrá marcha atrás.

dimecres, 16 d’octubre del 2013

LA ONDA EXPANSIVA



Aviso a navegantes de que éste va a ser el post más largo de la historia de este blog. Y eso que voy a limitarme a un ejercicio insoportable de ombliguismo desinhibido, a base del muy onanista (y por tanto recomendable) ejercicio de contestar 77 preguntas, ergo, 7x11 preguntas que cada uno de mis valiosos amiguetes virtuales me ha formulado. Si uno quería acceder a la fama no era por el dinero: era para dar entrevistas por e-mail, para descolocar con respuestas excéntricas, para bañarse en egolatría descontrolada, y resulta que mis Liebster Awards acaban siendo eso, como una especie de posibilidad de autoanálisis o como una especie de curso acelerado para los francescbonianos del mundo.
Palabra que me apresuro a registrar en marcas y patentes. Que hay mucha cara dura por el mundo.







Mis respuestas, ya publicadas, a Deborahlibros

1. ¿Con qué frecuencia miras las estadísticas del blog? (Dí la verdad, Francesc) Ese Francesc soy yo.
Las del personal ya dejé de mirarlas hace tiempo: cuestión de necesidades mínimas de autoestima. Pero, eh, las del blog en el que colaboro suelo mirarlas con una frecuencia de.... estooooo.... tengo miedo de que si confieso esa frecuencia me quiten las claves de acceso.

2. Si pudieras, ¿vivirías de tu blog o prefieres mantenerlo en la categoría de "afición"?
Si pudiera viviría de los blogs, de las colaboraciones on-line, de los comentarios de música, de todo lo que supone ser compensado por el no siempre tan agradable empeño de la labor de evaluar la obra tanto artística como creativa de los que pretendidamente crean arte. Que son más de lo que parece, afortunadamente.

3. Publicidad en los blogs, ¿sí o no?
Publicidad en los blogs: tiene muchas capas esa pregunta. Me gusta esa idea de que la publicidad tenga que ver con el contenido, pero eso me deja intranquilo: no puedo escribir libremente de cualquier tema banal (aunque el trasfondo sea profundo) sin que a los que me leen les salten pops constantemente... Luego la cuestión de que se retribuya de alguna manera el esfuerzo por aportar algo al desorientado mundo que nos rodea. Estoy contento así, pero podría estar más contento.

4. ¿Crees que la tecnología ha parido un género o formato literario nuevo, llámalo como quieras, o se trata de la crónica o el diario de toda la vida con enlaces y fotos?
Creo que género o formato es algo osado decirlo. Es un canal que condiciona un tipo de contenido, y una forma de presentación. Nadie lee posts de 20 páginas ni se los descarga por el E-mule. Nadie busca un perfil creativo ni un cánon de calidad dando por sentado que nadie tiene más pretensiones que ser leído o simplemente divulgado. Pero creo que su evolución aún tiene recorrido, y que no hemos llegado a un estado en que se pueda juzgar desde una especie de situación homologada.

5. ¿Crees que un tal Cagafo fue justo cuando eligió "Nada" de J. Teller como peor libro del año, pudiendo elegir las "50 sombras de Grey"?
No creo que haya últimamente un libro célebre peor que Las Sombras de Grey, pero cada uno tiene su credo particular y a veces ofende más algo medio digno con pretensiones que la pura porquería. Podría ser ese el caso, de hecho yo incluso me pronunciaría peor de algún libro de lo que lo haría de la trilogía de marras. 

6. ¿Te has autocensurado en tu blog, bien omitiendo una opinión, un contenido o a un autor?
No en contenido, pero sí he evitado que trasciendan detalles personales que no interesan a nadie. Teniendo en cuenta que mi blog lleva mi nombre y apellidos reales, y que hay mucho chalado por el mundo, procuro más que censurarme moderarme en ciertas expresiones que suponen un ataque frontal. Dado que no sólo hablo de gustos sino que a veces transito otros derroteros.

7. ¿Se te queda corto el blog? ¿Qué otro medio, herramienta o formato has echado en falta alguna vez?
No se me queda corto: puede que más contenido visual ayudara, pero creo que las palabras ya son suficientes en la gran mayoría de los casos.

8. ¿Qué te da una novela gráfica que no te da una buena prosa?
No suelo leer novela gráfica. Es más, suelo rehuir de los libros que abusan del apoyo visual. Las imágenes ya me las monto yo. Sin pretensiones.

9. ¿Si te pagasen 200€ por reseña a favor de una obra que consideras mediocre, lo harías?
No. La oferta es claramente insuficiente, sería la primera respuesta, para empezar.

10. ¿A qué autor/a de blog te gustaría conocer en la vida "real"?
A todos. Sin distinción. Ni por morbo ni por nada, creo que la afinidad a través de los blogs ya es suficiente para saber que podrás compartir un par de cervezas sin la mera oportunidad de aburrimiento.

11. Y siempre he querido saber esto: ¿Por qué cuando se pasan las magdalenas se ponen duras y las galletas blandas?
Creo que deberá tener algo que ver el contenido de agua, no? Supongo que la magdalena tiende a ceder agua al ambiente y la galleta a tomarlo.

Mis respuestas a las preguntas de Karina Ocampo

1) ¿Por qué escribís?
Por si hay alguien en el otro lado que me lee

2) ¿Te genera felicidad la escritura? ¿Un poco de angustia? ¿Preferís otras actividades?
Nada de angustia, algo de excitación, y prefiero otras cosas que son compatibles, y algunes que son incompatibles.

3) ¿Cómo se llamaba el primer libro que tuviste en el colegio? ¿Qué te acordás de él?
Ni me acuerdo del titulo ni del contenido. Los recuerdos de mi niñez tienen poco que ver con eso.

4) ¿Cuál es la serie o película que te impactó en el último tiempo? ¿Por qué?
Me venían impactando muchas de largo recorrido, demasiado obvias, pero recuerdo que Hit & Miss me ha gustado mucho. Me gustaba esa figura de Chloe Sevigny haciendo de travestido, nunca la había visto tan guapa.

5) ¿Cuándo lloraste por última vez?
En la fiesta de graduación de secundaria de mi hija. De una manera descontrolada, supongo que porque no suelo hacerlo.

6) ¿Cuál es la mejor forma de resolver una pelea?
La eliminación física del contrario y, en lo posible, de varias generaciones de su família y amigos. Lo aprendí viendo pel·lícules de mafiosos. Mola, verdad?

7) ¿Van a existir los blogs en diez años? ¿Cómo imaginás que van a ser?
Lo que exista tendrá que parecerse bastante como para que se le siga llamando blogs.

8) ¿Cuál es la próxima red social que va a revolucionar la comunicación?
Si lo supiera invertiria mis ahorros en ella, pero creo que las revoluciones son silencioses. De repente te encuentras pendiente del Twitter y no sabes ni cómo has llegado.

9) Te gustaría tener más ojos o más piernas? ¿Para qué las usarías?
No me gustaría en absoluto. Me encanta la discreción que se rompe con un comentario inapropiado.

10) ¿Qué don le pedirías que te conceda al genio de la lámpara?
La jubilación a los 49 con todos los derechos.

11) ¿A qué personaje de la historia te gustaría devolverle la vida?
A algun dictador que haya tenido una muerte dulce para poder suministrarle una muerte bien amarga.

Mis respuestas a Selene

1. ¿Qué es lo que usted más detesta del hecho de escribir? ¿O me va a decir que todo son rosas?
Todo lo que pueda detestar sobre el hecho de escribir tiene que ver con causas técnicas (PC que se cuelga, webs que nos funcionan, sitio apropiado). Todo lo demás son rosas, sí. Pero las rosas tienen espinas. Cha cha chaan.

2. ¿Qué opina de los blogs que ventilan cosas muy privadas, de esas que nos dan yuyu?
Me fascinan a la par que me incomodan. Suelo pensar que no debería leer eso (o que no deberían haberlo escrito) mientras lo leo de cabo a rabo y lo analizo. Al menos no tomo notas.

3. ¿Opina algo sobre el grave problema sintáctico que sufre una importante parte de la blogósfera en lengua hispana? ¿Qué?
Opino que todo el mundo debería ser más cuidadoso pero que la falta de cuidado, siempre que no entorpezca el mensaje, es absolutamente perdonable.

4. ¿No le parece que la revista Orsai ha bajado su nivel en los contenidos desde el año pasado a esta parte? Si no le parece, explique por qué.
No he leído demasiado los últimos números, debido a una falta de tiempo acuciante. Pero intuyo del hecho de su cierre que algo ha pasado. O han concurrido circunstancias de todo tipo. Pero pronunciarme en firme es absurdo. Hay que hablar después de conocer.

5. ¿Lloró con el capítulo final de Breaking Bad?
No. Hubiera llorado al asimilar que la serie se acabó, pero no lo hice por The Wire ni por The Sopranos. No sería justo hacerlo por Breaking Bad.

6. Cuénteme la última vez que se emocionó, con detalles.
Graduación de mi hija adolescente. Veinticinco adolescentes de 15-16 que conozco, mínimo desde que tenían 3. Con la vida por delante.

7. ¿Sigue algún blog de modo obsesivo? ¿Cuál/es?
Pitchfork y Factmag con intenciones vampíricas. Son webs. Blogs, obsesivamente, no.

8. ¿Come usted en Macdonald’s? ¿Con qué frecuencia?
Sí. Menos de 6 veces al año.

9. Escribir en chanclas y fumando maría a lo Lebowski ¿Sí o no?
No fumo pero sí llevo chanclas por casa. Chanclas y Coca Cola.

10. ¿Ha conocido a alguien que sea importante en su vida por internet?
La comunidad es importante.

11. ¿Cuántas versiones de un post escribe antes de publicarlo?
Una sola, para corregir errores ortográficos o tipográficos, o de sintaxis. Y pa' dentro.

Mis respuestas a Azul Sánchez

1. ¿por qué escribes un blog?
Porque es injusto que mi talento inabarcable solo sea disfrutado por mi circulo más cercano.

2. ¿lees otros blogs?
Leo demasiado poco los demasiados blogs que debería leer más.

3. No paro de escuchar que La Cultura esta en crisis pero todos los días publican libros increíbles, series alucinantes, discos fundamentales...¿entiendes algo?
Entiendo que los que hacen esas proclamas no se enteran de nada o les conviene que la gente piense eso.

4. ¿cómo escoges los temas a tratar?
Observo la realidad y de repente se me ocurre algo que me apetece decir sobre ella.

5. De los blogs que sigues: ¿has conocido a alguno de sus autores?
Solo a Iván Repila y porque surgió la oportunidad. Si se puede conocer a los autores, voy a empezar a buscar blogs de top-models.

6. "Un blog no es más que un ejercicio de Onanismo" ¿si o no?
Y quien dice que un ejercicio de onanismo no puede ser una cosa magnífica?

7. ¿Sigues y comentas para que te sigan y comenten? 
Un poquitín, porque creo en el sentido de la reciprocidad, pero hay que reconocer que es agotador y a veces algo forzado.

8. Cinco libros
Sólo cinco libros!
Seré poco original para quienes me conocen
Estrella distante de Bolaño
Plegarias Nocturnas de Santiago Gamboa
Plataforma de Michel Houellebecq
A sangre fría de Truman Capote
y toda la obra periodística de Kapuscinski
Con menciones honoríficas para DFW, Franzen, y Vila-Matas.

9. Amazon es el demonio dice un amigo mío ¿qué opinas de esta afirmación?
Que no: Planeta es muchísimo peor.

10. ¿Cuántas visitas son las Que Se Merecen Tus Entradas?
Con un par de centenares de lectores fieles y activos sería razonablemente feliz.

11. ¿El Smartphone ha eliminado la ignorancia?
No creo que influya en la ignorancia. Ha eliminado la sensación de inutilidad de las esperas.

Mis respuestas a Talita Traveler

1. ¿Qué fuiste en tu vida pasada?
Soy el primero de los homos-novos. No tengo vida pasada, y apenas vida presente.

2. ¿Cuál es tu personaje favorito (libro, cine, cómic, etc)?
Menuda pregunta: soy el tipo que mata al malo en Estrella distante

3. ¿Cuál fue el peor libro que leíste?
Demasiados: recientemente, una porquería de un autor de inexplicable éxito comercial llamado Albert Espinosa.

4. ¿Estamos solos en el universo?
En este mismo momento, sí absolutamente.

5. ¿Cuál es la manía más ridícula que tenés?
Apilar los flyers que encuentro en los mostradores de las tiendas mientras espero que me atiendan,

6. ¿Cuál era tu dibujo animado preferido?
Asterix, y otros muchos.

7. ¿Para qué tenés muy mala memoria?
Para muy pocas cosas; pero me inclinaré por una. Suelo olvidar el día de la semana laborable en que estoy.

8. ¿Cuál es el dios más molón/el que más te gusta?
Todos los dioses son basura. Pero Marte puede molar.

9. ¿Hay algo mejor que andar en pelotas por tu casa en verano?
Soy algo propenso a los resfríados si no cuido de mi cuello. En pelotas, pero con corbata.

10. ¿Cuál es tu comida favorita?
Sin un plato determinado, me gusta mucho la mexicana aunque luego no me siente demasiado bien. Pero siempre que puedo pido paella. Sí:es posible que la paella sea mi plato favorito.

11. ¿Qué hay después de la muerte?
Oscuridad.

Mis respuestas a Mónica Basterrechea

¿Por qué empezasteis a escribir un blog?
Para mitigar el stress laboral, porque necesitaba escribir y porque mis compañeros de trabajo tenían unos gustos tan horrorosos que me causaban grima. Y vi a una chica en un capítulo de House que lo hacía.

¿Habéis conocido en persona a alguno de vuestros lectores o tenéis con alguno una relación que sobrepasa el blog?
He conocido al gran Iván Repila en persona y creo que me habré cruzado en Barcelona con alguien que me lee. Antiguos compañeros han vuelto a contactar conmigo. Pero en un principio todo es muy virtual, demasiado.

¿Algún tema que no toquéis en el blog y del que os gustaría escribir?
Me gustaría que la gente fuera más apasionada y entusiasta con sus gustos. O sea, me gustaría escribir sobre temas que generaran polémica y discusiones de esas casi bizantinas. Pero en nuestro país no se discute de lo profundo, o solo de tonterías. Quizás debería escribir más de temas sociales, pero la perspectiva es a la vez triste y oportunista.

¿Qué otro blog que ya exista os gustaría que fuera vuestro y escribirlo vosotros? (Imaginad que no podéis seguir escribiendo en el actual).
Me encantaría tener la chispa de Mimesacojea.

Confesad: ¿cuántos blogs tenéis?
Activos 2
En la nevera 5 o 6.

Vuestra red social favorita…
Sin duda, Twitter.

Un libro, una película, una serie, algo de música… ¡Recomendadnos!
Para no volver con Bolaño…

Plataforma de Michel Houellebecq
Antes de que el diablo sepa que has muerto, creo que fue Sidney Lumet
Para no caer en la obviedad sobre las series, una corta inglesa llamada Hit and Miss
Overgrown, de James Blake: este chaval es valiente

¿De quién os gustaría recibir un comentario en el blog?
De la agencia tributaria.

¿Os obsesionan las visitas?
No tanto como hace cinco minutos.

Aparte del vuestro, ¿qué otro blog recomendaríais?
Recomiendo que lean el mío, se miren el blogroll y vuelvan al mío.

¿Alguna anécdota curiosa sobre vuestro blog? (¡¡Yo tengo mil!! Un día tengo que escribir una entrada al respecto y contar alguna).
Un bufete de abogados me contactó para advertirme de que se querellaban por insultos, pero era un bromista. Como tengo restricción de comentarios, ni lo publiqué. Pa qué.

Mis respuestas a The VillaCresporker

1- ¿Cuáles fueron los motivos que te impulsaron a publicar en tu blog por primera vez?
Dale: las primeras preguntas suelen reincidir en eso. Pues me repetiré. vi House, vi una chica que escribía un blog, vi los infumables gustos de unos compañeros de trabajo, y decidí. Porque la Virgen ya se me había aparecido para otras cosas más importantes.

2- ¿Publicaste en papel algo de lo que hayas escrito? Si no, ¿tenés aspiraciones de hacerlo?
No.
No.
Siento ser tan lacónico, no puedo exponerme a que mi futuro agente me recrimine haber sido demasiado extenso en las explicaciones.

3- ¿Cómo quién te gustaría escribir?
Me gustaría llegar al nivel de la nota en la nevera más mal escrita, en el día menos inspirado de su vida, por Roberto Bolaño. Con eso me sobra para ser de los cinco mejores del universo.

4- ¿Cómo te gustaría que te recuerden?
Como un tipo que hizo que la gente se diera cuenta del talento que tiene Scott Walker.

5- ¿A qué cuestiones renunciarías con tal de poder continuar escribiendo y a cuáles no?
Que renuncie otro. Sólo el tiempo limita mi incontinencia. Me gusta dormir todos los días, entre otras cosas.

6- ¿A quién no le crees nada y a quién le crees ciegamente?
No creo nada a Mariano Rajoy ni a ningún político.
No creo ciegamente a nadie. Miremos el mundo en que vivimos, antes de estas preguntitas, Villa.

7-¿Cuán extraño te resultaría encontrarte con un blogger que no conocías personalmente en la vida real?
En función de la lejanía geográfica, muchísimo. Pero me empeñaría en enseñarle mi ciudad y en demostrarle que no pierdo tanto en persona.

8- ¿Qué opinas de quienes opinan sobre cualquier cosa sin saber de aquello que están opinando?
Esos son de los peores, y me da miedo haber sido uno de ellos algún día. Procuraría estar muy seguro diciendo que no lo soy y, pobre de mí, ni eso puedo. Una frase socorrida es que todo de lo que hablamos son cosas de la vida, y todos estamos vivos. Resulta patética pero mientras funciona puedes ir pensando en cambiar de tema.

9- ¿Con qué frecuencia bailas o cantas en público?
Con la misma en las dos cosas: una vez en la vida.

10- ¿Alguno de los que están respondiendo es un bot?
Bot, es robot?, o alguien de Argentina se está vengando por lo de petanca?

11- ¿Qué pregunta te hubiera gustado que te hiciera y no te hice?
Esta exactamente, sin cambiar ni un solo píxel 

¿Pero cómo una persona de tu edad puede llegar a conocer música tan buena que apenas hace unos días que se ha publicado?

Mis respuestas a Álex Azkona

1. ¿Cuándo caíste en la cuenta?
Demasiado a menudo, por cuestiones meramente profesionales. En lo personal, suelo no enterarme de nada, eso sí, tan ricamente.

2. ¿Quién te enseñó a planchar así?
Soy un autodidacta compulsivo. Con la prueba test-error se va la mar de bien por la vida.

3. En un sándwich: ¿Mayonesa, lechuga y tomate, o mayonesa y cierra la nevera que se estropean la lechuga y los tomates?
Odio la lechuga iceberg. Para eso me tomo un vaso de agua y no hace falta masticar. Ojo con la mayonesa: la salmonella está al acecho.

4. ¿Te ha entrado hambre?
Siempre tengo hambre a esta hora. No te atribuyas falsos méritos.

5. ¿Comes a menudo y engordas o por el contrario comés de a poco y engordás?
Ni una cosa ni la otra.

6. ¿Te imaginas la vida escribiendo bien o te conformas con escribir como ahora?
Tengo que hacer un régimen de paréntesis, de subordinadas, y de polisílabas, y de adverbios acabados en mente. Soy un mentalista. Wow.

7. ¿Tienes ganas de hacer algo diferente pero siempre acabas igual?
Soy un hombre de costumbres: aunque he de admitir que los horarios dejan escaso margen, el ocio me lo he organizado de una manera realativamente satisfactoria.

8. ¿Se puede partir hacia el mismo lugar?
Einstein dice que sí. No pienso discutir con un señor tan listo y gracioso.

9. ¿Te disculpas con la gente por no saludar y además mientes diciendo que estás pensando en la novela?
Me disculpo porque no conozco a nadie, no retengo las caras. Todo el mundo dice que soy un fatal fisioterapeuta.

10. ¿Te inventas incluso un título y un argumento?
Siempre es Estrella distante y el rollo de Wieder/Ruiz Tagle. Así prefieren que de ese momento en adelante no les salude.

11. ¿Son con frecuencia mejores (los títulos y los argumentos) que los de verdad?
Con frecuencia no: siempre. Soy un genio de los títulos, tras los cuales suele no haber nada.

Mis respuestas a Mònica Basterrechea

¿Por qué empezasteis a escribir un blog?
Para mitigar el stress laboral, porque necesitaba escribir y porque mis compañeros de trabajo tenían unos gustos tan horrorosos que me causaban grima. Y vi a una chica en un capítulo de House que lo hacía.

¿Habéis conocido en persona a alguno de vuestros lectores o tenéis con alguno una relación que sobrepasa el blog?
He conocido al gran Iván Repila en persona y creo que me habré cruzado en Barcelona con alguien que me lee. Antiguos compañeros han vuelto a contactar conmigo. Pero en un principio todo es muy virtual, demasiado.

¿Algún tema que no toquéis en el blog y del que os gustaría escribir?
Me gustaría que la gente fuera más apasionada y entusiasta con sus gustos. O sea, me gustaría escribir sobre temas que generaran polémica y discusiones de esas casi bizantinas. Pero en nuestro país no se discute de lo profundo, o solo de tonterías. Quizás debería escribir más de temas sociales, pero la perspectiva es a la vez triste y oportunista.

¿Qué otro blog que ya exista os gustaría que fuera vuestro y escribirlo vosotros? (Imaginad que no podéis seguir escribiendo en el actual).
Me encantaría tener la chispa de Mimesacojea.

Confesad: ¿cuántos blogs tenéis?
Activos 2
En la nevera 5 o 6.

Vuestra red social favorita…
Sin duda, Twitter.

Un libro, una película, una serie, algo de música… ¡Recomendadnos!
Para no volver con Bolaño…

Plataforma de Michel Houellebecq
Antes de que el diablo sepa que has muerto, creo que fue Sidney Lumet
Para no caer en la obviedad sobre las series, una corta inglesa llamada Hit and Miss
Overgrown, de James Blake: este chaval es valiente

¿De quién os gustaría recibir un comentario en el blog?
De la agencia tributaria.

¿Os obsesionan las visitas?
No tanto como hace cinco minutos.

Aparte del vuestro, ¿qué otro blog recomendaríais?
Recomiendo que lean el mío, se miren el blogroll y vuelvan al mío.

¿Alguna anécdota curiosa sobre vuestro blog? (¡¡Yo tengo mil!! Un día tengo que escribir una entrada al respecto y contar alguna).
Un bufete de abogados me contactó para advertirme de que se querellaban por insultos, pero era un bromista. Como tengo restricción de comentarios, ni lo publiqué. Pa qué.

Respuestas a Tago Hladik

1. ¿Qué significa ser un buen escritor? ¿Qué es escribir bien?

Vaya: debería haber una respuesta que sirviese para las dos preguntas. La mía sería que escribir bien consiste en que quien te lea no quede con la sensación de haber perdido el tiempo. No importa si es uno o millones.

2. ¿De qué manera definirías el arte de escribir un blog?
a) una pérdida de tiempo
b) dos pérdidas de tiempo
c) 37% pérdida de tiempo + IVA
d) algo que hace que uno parezca más inteligente y/o anormal de lo que realmente es

Ninguna de las anteriores: un blog o un papel en una libreta con hojas en blanco. Encontrar palabras y dejarlas ahí, para que alguien las encuentre.

3. ¿Qué tiene que tener un blog para ser un buen blog?
Lo práctico: lectores.
Lo correcto: entusiasmo del que lo hace, que supure hasta en las fotos que pone.
Lo real: algún señor con corbata y un máster que piense como exprimiría tu talento.
Lo mío: escaso sentido del ridículo.

4. ¿Acerca de qué nunca escribirías?
Creo que, llegado este punto, soy capaz de darle el tono adecuado a cualquier cosa sobre la que escriba. Nunca escribiría sobre el mundo de los toros, pero vete a saber.

5. ¿Cuánto te duele que nadie comente una de tus entradas?
a) más que agarrarte el dedo meñique con la puerta del auto
b) menos que caminar 7 metros descalzo en arena hirviente
22) como si un enano de circo te diera en la cabeza con un garrote de goma
j) más o menos como arrancarte un pelo de la nariz (que alguien alguna vez describió como el pelo más largo del cuerpo, ya que cuando te lo tirás se te frunce hasta el caracú)
IV) no duele, lo que pasa es que estaba cortando cebolla

No duele: induce a la reflexión, que puede llegar a doler si se prolonga mucho.

6. Si fueras un personaje de ficción, de algún libro, ¿quién serías?
Repito respuesta dada a Talita. El hombre maduro que imparte justicia en Estrella Distante. Además, me gusta Blanes.

7. Tu escritor favorito va a dar una conferencia a la misma hora que el concierto de tu grupo de rock preferido. ¿A dónde vas? ¿Y si llueve? ¿Y si caen meteoritos?
Suelo evitar las decepciones que nos esperan tras los ídolos y sus presencias directas. Me quedo con obra escrita y grabada, y me pongo en la ventana a ver si eso de verdad son meteoritos.

8. ¿Cuál es la diferencia entre la sincronización plutónica de la efervescencia político-social-literaria y la calistenia visceral en que se mueve el yo literal y/o ficticio en comparación con un buen sándwich de salame?
No pensarás que voy a perder el tiempo en contestar una cosa tan obvia.
9. ¿Qué tan rápido lees?
a) Me devoro un libro antes del desayuno al mejor estilo Francesc Bon
b) Leo a una velocidad, digamos, entre la del salto de un canguro reumático y la de una soprano corriendo el autobús
c) Muy despacito. Lo voy masticando de a poco
d) A la velocidad de una carreta del siglo XVI tirada por una manada de hámsteres endemoniados
Soy Francesc Bon. Si contesto algo diferente a la A, el sistema cambiará para siempre.
10. ¿Qué te ves escribiendo en cinco años? 
Contestaciones para el Liebster Award del 2013, que me habrá sico concedido por vigésimoséptima vez y contestará a mi trigésimocuarto premiado. No escribiré otras cosas porque no hará falta. 
11. Si tuvieras que escribir una palabra —una sola—, la última palabra sobreviviente que quedará gravitando entre los restos de nuestro planeta cuando el último de nosotros se haya ido sin apagar la luz, ¿qué palabra sería? 
Joder.

Y ahora, si alguien ha llegado a esta última línea, que se oiga esta canción: se la ha ganado.


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