dimarts, 11 de setembre del 2012

EL PUÑO EN LA MESA

Ni soporto el lagrimeo ni la sensiblería barata. Ahí no me pillaréis, por lo menos, a menudo. Pero resulta que mi ciudad está, y faltan dos horas y media, repleta de gente con banderas, de gente con caras que reflejan, por lo menos en ese estúpido dato que es el promedio, una ilusión a la que hace falta años para remontarse a algo parecido. Como cuando el Barça gana una Champions, pero multipilicado por 10. Como si la ciudad estuviera siendo liberada por un ejército popular que desaloja a un invasor. Como debió ser en el París de la Segunda Guerra Mundial, supongo. Pero evocar guerras o combates fratricidas está fuera de lugar. Hoy es el día de gritar la palabra, y mañana veremos hasta donde llega nuestro grito y cual es su repercusión y cual es su eco. Jodido, no, saber que ni así, ni gritando a millones lo que queremos sepamos que lo obtendremos. Muy jodido, gente.

25 comentaris:

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    1. Gracias: uno tiene esa sensación de ocasión histórica.

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    1. Está siendo muy superior a lo previsto: deben rondar los dos millones, diga lo que diga mañana la prensa. Más de tres kilómetros de calles llenas de gente.

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    2. Lo estoy viendo por LV, realmente impresiona. Y esa fuente de colores es hermosa!

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    3. Niños y mayores y de todo había. Mucha gente y de muy variada condición y origen. Parece que nos hagan más caso en Londres que en Madrid.

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  3. El puño estremece la mesa una vez al año. Es algo absolutamente soportable para el resto de los comensales. Una vez al año nos pintamos la cara, una vez al año colocamos las banderas en los coches y las anudamos a nuestros cuellos en forma de capa. Una vez al año vamos allí, adonde nos mandan nuestros representantes. Adonde nos manda la radio, la escuela, el club o la tradición. Porque una vez al año somos "nosotros2 y coincidimos en la plaza empleados, desocupados y patrones. Coincidimos izquierdas más o menos radicales y las izquierdas "buenas". Coinciden los prudentes y los que bajan de los barrios pudientes.
    Una vez al año golpeamos todos juntos la mesa. Y luego seguimos con las contradicciones diarias.
    El club que es un "ejército desarmado catalán" no asiste a la Copa Catalunya por considerarla una competición inferior.
    A los jugadores extranjeros del "club orgullo" no se les pide el idioma que se les exige al resto de extranjeros.
    El látigo del patrón catalán duele y lastima tanto como el de todos los demás que no lo son.
    Se defiende la lengua catalana como un ejercicio doctrinario y aglutinador de nuevos adeptos. Se exige el uso lingüistico a todos los estudiantes imponiéndoles un cerco estrecho.
    ¿Hoy es el día de la batalla por la independencia?
    ¿Este es un genuino reclamo por la independencia?
    ¿Esta es la lucha que va a convencer a un poder central que lo conveniente es otorgar independencia a una determinada región?
    ¿Qué es patria?
    ¿Es lo que me enseñaron en el colegio? ¿son esos colores, esa canción, ese territorio?
    Yo golpeo la mesa por mi patria cuando sale la selección de fútbol a jugar un partido, el resto de las cosas que denominan "patria", himno, bandera, flor nacional, comida nacional, baile nacional, héroe nacional, me parecen cuestiones absolutamente azarosas y frívolas.
    Yo no creo en "patrias". Estoy harto de pasaportes y prejuicios.

    Siempre estas pidiendo discusiones acaloradas... quizás pisé el palito

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    1. No podré replicar tantas cuestiones de una sola vez, Germán, que eres como Mae West, mejor cuando eres malo...

      Empiezo diciéndote que, de necesitar una patria, cuestión también discutible, esa no será nunca la española, para mí, y para el número ingente de personas que han acudido. Esa ya nos ha dado suficiente castigo, tan inmenso y tan hiriente (y siguen: la indiferencia hacia lo sucedido en los medios españoles es espectacular) que no hay vuelta atrás. Y parece, pero parece, porque lo que es cierto es que la gente ha vuelto a casa a cenar, es que ya no hay intención de solicitar nada sino de tomarlo.

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  4. Este tema lo toco de oído, como casi todos los temas, pero me parece, ojo sólo me parece, que hay mucha efervescencia en esta marcha, en este reclamo. Y las manifestaciones populares siempre me interesan. Como fenómeno, como lo que sean (dice un cómico argentino:"yo quiero juntar cuatro para hacer un paddle y no podemos ponernos de acuerdo") Y esta me simpatiza en particular. Tal vez tenga surmenage de Francesc de tanto leerlo. No tengo más explicación.
    Luego, Germán, todas las preguntas que hacés, si hay quien las responda satisfactoriamente será de mi absoluta veneración, si es que ello le vale de algo.
    Igual, no esperaría mucha batalla de Francesc. Ayer nomás le ataqué su retaguardia y se mostró reacio a la lucha. Pero hoy es otro día.
    Si él no quiere discusión, me atrevería a ofrecerme como oponente, aunque débil y contradictorio, pa discutir el tema patria. (aunque me parece que estamos muy cerca en las opiniones, con diferencias, por ejemplo: para mí sería tan absurdo ser japonés- por elegir una nacionalidad que ninguno se ofenda- como ser hincha de Racing o cualquier club de fútbol/ basquet/ beisbol lo que quieras, me seguís? Solamente romperle la cara a otro porque yo soy de River y él de Boca, me parece tan estúpido como ir a Las Malvinas, con todo el respeto por aquellos que fueron, obligados y los que eligieron ir) Me estoy enredando, después veo cómo sigo...

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    1. Bueno: a quien se está sometiendo al test de leer cada uno de mis desvaríos no voy a plantearle resistencia. Si las emociones humanas vienen a ser un indicador de lo que nos parece correcto: lo de hoy, en las calles, no en el puro meollo, sino en las calles adyacentes, era espectacular. Incluso sin demagogias, no tendrá derecho ese montón de gente a elegir en quien quieren cagarse ?. Adicionalmente, diría que la organizadora de la marcha, entidad en un principio sin alineación política, se ha cuidado de dejar los políticos en un prudente segundo plano: mucha gente se cagaba en todos ellos, sin distinciones.

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    2. Vale, conmigo no te peleas, pero no nos prives de la confrontación a Germán. Tomate el tiempo que quieras, pero sabe que se espera tu respuesta.

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    3. Ya se, que la calle se llenó. Y si no se llenaba también para muchos sería un justo reclamo. La verdad, la razón y la justicia no se quedan del lado de las mayorías... casi nunca.
      Espero que nadie confunda. Yo se muy bien lo de los bombardeos sobre Barcelona y la proscripción del lenguaje materno. Pero voy más allá. No puedo adherir a un grupo que reclama alegremente la separación de su territorio del resto de la nación para después ir y votar con la misma despreocupación al neoliberalismo.
      Quienes gobiernan Catalunya no solo son una peste por ser parte de la burocracia demócrata-capitalista, sino que tambiénlo son por representar la derecha nacionalista y tener valores de mercado por sobre la solidaridad. Y sospecho que mucha gente los votó solo por ser catalanes. A eso yo le llamo "irresponsabilidad entusiasta".
      Y para Villacresporker... a mi me gusta el fútbol, y en fútbol hay si o si dos equipos antagónicos. Si los dos equipos se aunaran en uno solo y colaboraran conjuntamente sería un hecho conmovedor pero aburridísimo en el plano competitivo. Pero ser hincha de un equipo no es ir a romperle la cara a otro... Yo grité toda una tarde "Viva el Globo Campeón" solo para echarme un polvo con una quemera en la calle Matheu.

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    4. De acuerdo con las dos cosas, la de hacer todo por una mina y que el antagonismo en fútbol no es romperle la cara al otro. Pero seguro podés concederme que en el caso de la mina hay límite, por ejemplo si la tipa es nazi o así, aunque habría que ver que tan buena está. Y en el fútbol no podés negarme que la violencia en ese sentido existe, hay mucha intolerancia y creo me entendés lo que quiero decir. Los cantos racistas en las canchas argentinas, por ejemplo. El los vamos a matar a todos, etc.
      Una vez en la platea San Martín de River un viejo me pegó un castañazo por maleducado, según dijo. Yo lo único que estaba haciendo era aplaudir a Gimnasia LP que nos había ganado 3-1, pero además nos había pegado un baile tremendo. Y a mí que me gusta el fútbol se me dio por aplaudir. De ese tipo de violencia hablo. Estaba en la platea de River, yo soy de River, quiero que gane River siempre, y lo que correspondía hacer era alentar al equipo. No digo que si en lugar del Lobo el rival fuera Boca yo iba a aplaudir, pero si un hincha de Boca se mete entre los de River o al verse le cagan a palos casi justificadamente, dirían.

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    5. Voy -con permiso- a introducir una frase muy pelotuda, casi una perogrullada, pero con pretensiones de que hay varios niveles de meta-lenguaje detrás (o debajo). La frase en cuestión es:

      NO ES LO MISMO SI HAY DOS MILLONES DE PERSONAS EN LA CALLE, QUE SI NO LOS HAY.

      La discusión a fondo sería áspera y eterna. No tendrá lugar, porque para eso necesitaríamos -precisamente- un lugar, un lugar físico, no virtual como éste (inteligente siempre, cálido a veces, pero virtual).
      Germán tiene una enorme ventaja sobre mí: vive allí. Como el mismísimo Francesc. Si ellos discrepan, ¿qué puedo esperar yo, a miles de kilómetros, y sumergido en una realidad muy distinta?
      No podría contestarle a Germán (o sí, podría intentarlo, pero el servidor me rechazaría el comentario, por excesivo) acerca de sus reparos sobre los separatistas que votarían luego al neoliberalismo. Sólo dejo aquí esta idea: hay puntos de no-retorno. Diciembre de 2001 fue el argentino. Hoy podría haber sido el catalán. La gente en la calle marca diferencias.

      Pido no se cometa el error de interpretar la expresión puntos de no-retorno textualmente, al pie de la letra. De esos picos de exaltación puede (y suele) retrocederse, cómo no; nunca se logra todo cuanto se reclama, y a veces se pierde un poco de lo poco que se haya logrado. No, cuando digo "no-retorno" hablo del sedimento (el poso, para usar una palabra cara a Francesc) que deja en la conciencia la noción de haber sido partícipe de la irrupción de las masas en el concierto político. Si esto ha sido meramente anual, si hay que esperar a la Diada de 2013 para repetirlo, o si el estado de movilización tiende a ser (algo así como) permanente, es algo que sólo los días por venir podrán dilucidar. Extrapolando: esa sería la diferencia entre una manifestación masiva y una (glup) Revolución. Vaya palabrota.

      La claridad en los objetivos, las aguas bien (pero bien) divididas, pueden (y -otra vez- suelen) tardar un poco; a mí me gusta la gente en la calle. Mucho. Y mucha. Cuanta más, mejor.
      No hay garantías de que vaya a serlo, pero puede ser el comienzo de algo. Sin gente en la calle, nada bueno puede comenzar.

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    6. Qué buenos vienen los comentarios, eh.
      A la distancia, y con la poca información que obtuve en diarios locales, me emocionó saber acerca de la gran concurrencia de separatistas. Debe ser, claro, por influencia del sentimiento de Francesc.
      Creo que entiendo a Germán en sus comentarios: la adrenalina o la emoción nos llevan a gritar consignas que no podemos entender del todo o aplicar correctamente a cada situación. ¿Cuál es el beneficio de librarse del conquistador si seremos oprimidos por el paisano? ¿Es preferible malo propio que malo extraño, o es la misma cosa?
      Como dije, creo que Germán nos habla de lo corto de visión que es pedir un cambio cuando nosotros mismos limitamos ese cambio, lo corrompemos o lo dejamos incompleto por no saber dirigirlo. Hace falta, no energía ni intención, sino conocimiento.
      Muy de acuerdo estoy con Horacio también: "Sin gente en la calle, nada bueno puede comenzar."
      ¿Es como un proceso de acierto-error esto de las "revoluciones" (qué linda palabrota)? Las personas tiradas en la calle, luchando por un objetivo común pero sin miras a las consecuencias al siguiente paso, guiadas por un grupo que lo tiene todo bien planeado. ¿Cómo no sentirse juguete? ¿Aún así debo participar? ¿Es más importante el objetivo inmediato? (Es un comentario en general, no declaro que los organizadores de la marcha sean políticos, es más, los desconozco)
      Pero, presenciando esta unión, dos millones de personas, es cosa para estar contentos. La esperanza está. Se nota que el nivel de indignación da para que medidas serias sean tomadas, la duda recae, entonces, sobre aquellos políticos encargados de las decisiones.
      El sentimiento nacionalista es efímero: un día sí, otro día no; en esto sí, en lo de acá jamás. Pero bajo este tipo de ideales y pensamientos (erróneos, incompletos, buenos, coherentes...) se mueven las personas, las sociedades. Son causantes y consecuencias de cambios necesarios. No dar el paso siguiente es retrasar el pensamiento. Con pasos en falso se avanza a nuevas etapas que han de ser superadas. Y claro, el error siempre está, inevitable, porque las personas olvidamos pronto, no somos de confiar.
      Aún así, todo esto, circo o ideal, es necesario y provechoso para la evolución del tiempo, no?

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  5. No es lo mismo Horacio, no lo es. Hoy en la calle van a estar los que ayer fueron a la marcha más todos los demás que no están de acuerdo con la independencia, un poquito más de la mitad. Quizás mi rechazo tenga que ver con los carteles de los negocios en castellano que son tachados con aerosol o con la veneración o el rechazo a artistas o deportistas solo porque sean o no de aquí o se expresen en uno u otro idioma.
    Te aclaro que la genta ya ha votado por el neoliberalismo, no lo puse como una posibilidad a futuro, sino como un hecho.
    Un punto de no retorno primero estalla dentro de uno de una manera muy íntima. Como indignación, como necesidad. En diciembre de 2001 en Argentina murió gente, las Madres de Plaza de Mayo fueron atropelladas por la policía montada, movilizaciones muy diferentes.
    No dije que era lo mismo dos millones que nada. No lo dije. Lo que dije es que un reclamo justo es justo al margen de la cantidad que lo suscriba. Las veinte tejedoras de la empresa Brukman tenían razón en su reclamo. Y aunque los que salieron a defender a los latifundistas y a los propietarios de los campos de miles de hectáreas de soja fueron miles, yo me cago en ellos.
    A mi no me emociona ni recurro a un pañuelo porque la calle se llene de gente. El movimiento del 15-M fue una estupidez desde su inicio. Todos juntos, anarquistas, oficinistas, adoradores del reiki y ambientalistas, gente que reclamaba su derecho a comprar una vivienda y gente que pasaba por ahí. Movimientos veraniegos que más bien son contraproducentes en cuanto dan el ejemplo de que así se cambian las cosas. Por favor...
    Repito ¿a quién le molesta que una vez al año se llene el centro de UNA ciudad? Parece que el catalanismo es el Barça y que solo ocurre en una ciudad, curiosamente, en la que menos se habla el catalán de las que están en Catalunya.
    En el diario de derecha (no hay moderados ni de izquierda) La Vanguardia, en su edición digital, se publicó una foto en la que se anima a la gente a buscarse. Porque lo toman como una nota de color. Porque ni siquiera los políticos se creen la independencia. Porque el reclamo es la única manera de tener a tres o cuatro millones de personas votando más o menos los mismos partidos y los mismos políticos.
    Y si, lamentablemente la Diada es anual. Muy, muy lejos de una palabrota que se le atraganta a la clase media prolija y que se manifiesta en paz.

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    1. Yo es que gracias, estoy desbordado y perdón, estoy desbordado. La verdad es que estos debates, señores, ya me gustaría que surgieran sobre una canción o sobre una escena en The Wire, pero sabemos que hay temas que mueven por encima de otros.
      Como se acumulan y se lian un poco en mi cabeza los argumentos, casi escribiré una apostilla al post aquí:

      La manifestación fue convocada por entidades sin conexiones políticas, en un principio hay que creerlo. La asistencia fue masiva, mucho más de lo que nunca fue, y el pulso de la calle es difícil describirlo como difícil es explicar que has de estar en el estadio, que es mejor que el mejor de los bares con la mayor pantalla y rodeado de hinchas de tu equipo. Eso era lo real. Lo real era gente harta de políticos que mienten. Que hoy corran la gran mayoría a atribuirse méritos es solo aquello de que la derrota es huérfana... Vi muchísima gente joven. De la que ni siquiera tiene edad de votar. No acompañando a padres: por su cuenta. Sí: el gobierno actual, el de Mas, es de derechas y catolicista y conservador. No creáis que ese será el plato elegido si Catalunya se establece como estado propio. No de forma definitiva. Lo que pasa es que no nos vale aquello de que alguien tiene que gobernar, cuando ese alguien está en Madrid e ignora lo que pasa. De momento los catalanes hemos de "huir de" (si juntamos los cojones necesarios) y luego ya veremos donde "huimos a". Lo de ayer es, de momento, un paso: estamos hartos de España, y no vemos que donde vayamos pueda haber algo peor. O alguien le preguntaba a los presos de los campos de concentración donde querían ir cuando los liberaban?. La mayoría, Germán, es abrumadora: podrían los partidarios de mantener la integración en España convocar en Barcelona una manifestación parecida, a ver qué cifras presentaban... somos mucha gente que prefiere lo que sea antes que España. Y lo que sea es lo que sea.

      Soy consciente de que quedan cosas por responder. Poco a poco, si no os importa.

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  6. Dejó un artículo de Quim Monzó:

    http://www.lavanguardia.com/opinion/articulos/20120911/54348846497/manana-miercoles-quim-monzo.html

    aparecido en La Vanguardia de ayer.
    Otra manera de ver las cosas.
    Saludos

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    1. Monzó es experto en hundir bien el dedo en la herida, y eso es una gran cualidad. De hecho más de una vez nos cortamos a la hora de decir ciertas cosas y por lo menos en los blogs no debería ser así. De hecho en muchas ocasiones referente a Catalunya nos cortamos de sacar el lado más bestia. Como que qué bien iría un Syriza aquí, o un Bildu, ya que estamos, y, en ciertas fases, haber contado de un poderoso factor intimidatorio como era ETA.

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    2. A la flauta.
      Es como si Monzó me hubiera contestado, unas cuantas horas antes de que yo escribiera mi comentario anterior, ¿no?: no importan los antecedentes, no importan las "mani" anteriores, no importa cuánta gente se vuelque a las calles, parecemos condenados a una nueva frustración, ya los políticos se encargarán de instrumentarla.

      Pero es que cuando no se trata (y no se trata, nadie cree que se trate) de una Revolución, los cambios pueden ser tan lentos que se tornen imperceptibles. Y sin embargo están ahí.
      Al mismo Monzó (nuevo integrante de mi lista de admirados; me lo presentó F., hace poco), brillante como es, se le escapa la tortuga y acaba reconociendo, quizá sin darse cuenta: Por primera vez en tiempos recientes no se reivindica más autonomía, o que dejen de expoliarnos, sino directamente la independencia, con todas sus letras. Remarco: por primera vez en tiempos recientes. Que me digan si no es un cambio, y de los gordos.

      Pues a eso me refería, cuando hablaba de los puntos de no-retorno.

      Llegará un momento, llegará, en que ni siquiera los políticos podrán detener la bola de nieve.
      El único requisito -lo digo para que no me acusen de optimismo patológico- es que todo transcurra en el término de una generación: si los chicos no protagonizan los episodios épicos, si sólo reciben los relatos nostálgicos de sus mayores, no han de comprometerse. Y acaso terminen con una sobredosis de escepticismo.
      Ya surgirá lo que deba surgir, hay que esperar. Es mentira que los jóvenes son impacientes y quieren todo YA; los urgidos, los verdaderos ansiosos somos nosotros, los mayores (¿viejos?), que ya no tenemos tiempo para esperar, porque tenemos toda la vida por detrás. No como ellos.

      (No saben ustedes cuánto más podría seguir. Pero dejo aquí; me da vergüenza compararme con la sobriedad y síntesis de los otros visitantes)

      Lo último, juro: Le comenté a F., por @, que me había emocionado al ver -en directo- a tantísima gente en la calle, y con banderas. Como si quisiera responderme, abre este post diciendo que a él no lo pillaréis en ésa. Pero inmediatamente hace la salvedad: "por lo menos a menudo".
      Mi mejor deseo es: ojalá el primer nudo en la garganta deje el camino abierto para los que siguen. Endurecerse, pero sin perder la ternura, ¿recuerdan?
      Lo dijo el primer argentino que dejó de serlo para ser -primero- cubano, y -después- universal.
      Para que me hablen de patria, después...



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    3. La diferencia es que Monzó cobra sus palabras (y ello no está bien ni mal, es así)y su escéptica posición no deja de ser cómoda.

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    4. Realmente este escueto post está dando para mojar mucho pan. O vuestros comentarios.
      Primero lo que se me ha quedado más reciente: no recrimino el hecho de que uno se afecte emocionalmente; un signo como otro de que lo que tenemos en el pecho no es un chip programado (lo cual a muchos les gustaría, pero eso es otro tema). Simplemente hay que tener cuidado pues el botón emocional es el preferido de demagogos y populistas. Insisto por tercera vez, en distintas expresiones, que me siento regalado por el destino de haber compartido esas calles con esa multitud, porque flotaba algo que era como un inconsciente colectivo...
      que ha tardado poco en empezar a desvanecerse. Como si la hubiera pasado a base de visitas por pasillos y puertas secretas, este presidente Mas que está corriendo a sacar réditos hasta de su propia tibiedad ha comparecido a efectuar valoración y ha decir que tomaba nota, y que se daban por encomendados de cierta difícil tarea... y en su sumamente cauteloso discurso han desaparecido por arte de magia las palabras independencia o referéndum o autodeterminación... o sus derivados o sinónimos. Así que puede que Monzó (que lleva más de 30 años en la brecha siendo brillante en absolutamente todo lo que hace) parecía, una vez más, no ya tener razón, si no tener muy pero que muy calados todos los agentes de esta situación : víctima, detective, mayordomo, sospechosos habituales y público asistente. O sea: otra vez se quedan montones de cuestiones a medias. Bueno: me temo que volvemos con el tema: Galeano, mientras tanto está la mar de tranquilo.

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    5. "ha decir"... "a decir" qué desastre.

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  7. Doncs que vols que et digui...Ara més que mai em sento orgullosa del meu -petit- país!

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    1. Jo esperarè a veure com es desenvolupen les coses. Espero que aquests polítics no ens condemnin a un coitus-interruptus general !!.

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