dimecres, 17 d’agost del 2011

TIEMPO DE ORACION Y PERDON

Debe ser la influencia de las enternecedoras hordas de la JMJ y de la presencia del pastor alemán. Me siento generoso y benévolo, a la par que espiritual. Veo la bondad en las caras de las personas, la leo en los comentarios que hacen y ese espíritu debe aflorar en todos mis actos. Sea pues mi piel el tamiz por cuyos poros entren los buenos sentimientos y el sedazo que desaloja la ira y la violencia (que es el último recurso de la incompetencia).
Entonces ayer tengo una reacción algo tosca por mi parte hacia ciertos comentarios sobre Pedro Marín en Facebook (el hombre, en una demostración de paciente estoicismo continua considerándome amigo a pesar de mis esporádicas diatribas). Recrimino, usando términos algo duros (asco, mariconeo) el constante y zalamero halago hacia su presencia física, que anula completamente cualquier comentario sobre la cuestión de su música. Su música no me gusta, no sé si he de decir todavía, pero intenta rodearse al menos de colaboradores de prestigio y hacer algo. Intentarlo ya es algo. Entonces los autores de comentarios tan profundos como "chulazo!" se me tiran al cuello por mis críticas, qué digo al cuello, me tildan de muchas fobias de las que carezco (mejor, no aciertan con las reales) y aquello acaba como el rosario de la aurora, con un elemento que me exige (en el Facebook!!) el trato de Usted, y otro que me dice (a mí!!) que alguna lección me va a dar sobre música. Yo sólo les digo que estamos en el espacio de un músico y que hay que valorar eso, su música. Que, después de todo, el amigo Pedro podría engordarse 50 kilos o lesionarse de gravedad en uno de sus bailes convulsos y eso no le haría mejor o peor músico (eso sólo se consigue con muertes prematuras envueltas en turbias circunstancias o suicidios). Tras unos minutos de acoso, que sobrellevo merced a Blackberry y paseo por las fiestas de Gràcia, Pedro se asoma al foro y aclara que sí, que la música es lo primero y lo importante ahí. Me echa un capote. Más tarde, y ya por el canal privado, el capote es más amplio aún. Aunque yo siga siendo un radical y un purista en ésto. Pero le honra y he de decirlo, igual que le he zurrado por insufribles remezclas de insufribles cancioncillas (amenaza con más, pero días como hoy comprendo que hay que comer), que no sé si llegará el día (el tiempo vuela) que componga su Space Oddity, pero que al menos ha ganado algo de mi (poco valorado) respeto.


1 comentari:

  1. El silencio puede parecer cruel, pero siempre es mejor que el ruido de unas idioteces que mi falta de inspiración pueden provocar...esta noche espero encontrarla!!

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