dilluns, 20 de juny del 2011

INVERSA Y PERVERSA

Cuando empiezo a escribir, los helicópteros sobrevuelan la ciudad. Hace años lo hacían llevando turistas, o tomando fotos para reportajes fotográficos, cualquier motivo, poco preocupante en cualquier caso. Hoy lo hacen para controlar la manifestación del 19-J, supongo que en previsión de que algo se acabe descontrolando en algún momento. Esto es lo que le interesa a Mas, porque no piensa hacerles el mas mínimo caso, por razonable que sea lo que se plantee. No negociamos con terroristas, y vosotros sois la kale borroka. Si me apetecerá poco rebuscar la frase exacta, pero no la he encontrado. Algo así como que tendrían en cuenta las propuestas de los indignados que creyesen que lo merecían. A ver Artur, que de tanto ir a la iglesia ya te piensas que eres un dios... No será pecado ser tan sumamente egocéntrico ??.
Una entrevista con el hijo de Pujol. Nadie le pregunta cual es la relación, o la opinión, de su familia con o acerca del Opus Dei. Para qué preguntas punzantes. Eso sí, el piropo al PP que no falte. Entonces a uno le vienen a la cabeza las mayores frikadas, que demuestran que los domingos por la tarde son aberrantes per se, pues si Vila Matas dice que es cuando se forja nuestro carácter, yo digo, o añado, que es cuando afloran nuestros demonios. Frikada ocurrente número uno; dos urnas : una con el partido que querríamos que nos gobernase, otra con el que no querríamos, bajo ningún concepto, que lo hiciera. Gana el partido que obtenga mayor saldo positivo. Por lo que ningún partido con más detractores que partidarios puede acceder al poder. Con lo que los partidos deberían llenar sus programas con aspectos positivos para no ganarse adversarios. Cualquier partido con un saldo negativo estaría obligado a la severa reflexión, la que te lleva saber que te odia visceralmente más gente de la que te quiere. Cualquier partido con saldo negativo no puede acceder al poder ni siquiera en coalición. Porque la oposición contumaz a un partido significa que nadie va a ayudarle para nada. Esa situación, la del partido que se gana mas antipatias que apoyos, no puede ignorarse.
Cuando continúo con el escrito, veo por las televisiones que la jornada esta siendo un éxito, de proporciones considerables, y, son casi las nueve, con una tranquilidad absoluta. Me pregunto cuánta gente se hubiera decidido a ir a sabiendas de que esta iba a ser la situación. Posiblemente yo mismo.
Naturalmente mañana veremos un giro en cierta prensa. Dirán que así se hace, que sin violencia es mejor, y matizarán sus posturas. Volverán al caballo ganador, o por lo menos al que no anda tan rezagado como para ser ya perdedor. Algunos sesudos en la radio puede que hablen de lo buena que es la moderación. Los políticos expresarán sus matices y rebrotarán sus comprensivas simpatías, lo que sea con tal de no moverse. Dejarán de hablar de líneas rojas y hasta puede que hablen de brotes verdes.

Hace unos dias oí una de las mayores estupideces sobre este tema. Decía que estos que acampan corresponden por edad a una generación de niños consentidos que ante las adversidades optan por la pataleta. Puede que haya gente así, pero la hay en todas las generaciones, y desde luego no lo son todos. Puede que la lumbrera que emitió tal juicio piense que todos los treintañeros de hoy en día lo han tenido muy fácil porque es lo que él percibe en su entorno. No puedo estar más en contra. Generalizar es un enorme error al hablar de tanta gente. Habrá niñatos consentidos como habrá gente que ve que todo el resultado de sus esfuerzos es el mayor de los fracasos.

Hace unos años las entidades bancarias lanzaron un producto llamado hipoteca inversa. Consistía en que una persona cercana a la edad de su jubilación obtuviese del banco el valor de su vivienda ya pagada, de un solo pago, o en pagos a modo de pensión vitalicia. A vivir que son dos días. Luego el banco podía quedarse con la vivienda (esas viviendas que nunca bajarían de valor), o los herederos podían contraer una nueva hipoteca con el banco para recuperar su propiedad. En sus folletos publicitarios el banco debió poner gente canosa, pero bien conservada, con coches despampanantes, en viajes espectaculares.... producto de, en la práctica, desheredar a sus hijos, o, igualmente, traspasarles deudas tomadas para pegarnos la vidorra. Niño, si total me vas a meter en una residencia de mala muerte mientras tú disfrutas de lo que yo tanto he tenido que trabajar para pagar.. jódete y paga también. Con eso se endeudaron, seguro, y ahora los herederos no tienen dinero para pagar... el banco se queda un piso que ya estaba pagado... Productos como éstos, con una perversidad fuera de toda duda (dinamitar la cultura del ahorro para el mañana, de un solo pero preciso golpe) deben haber acarreado que los bancos tengan tanto inmensas carteras de inmuebles, como elevadas deudas con otros bancos, pues el dinero para que el viejito se fuera a Hawaii debió salir de alguna parte, ya que la vivienda no se vendió. No sé si lo más acertado del mundo será dejar (quien pueda) herencias para que nuestros hijos no tengan que pasar la vida de trabajo que muchos de nosotros (algo legítimo, en todo caso). Pero de ahí, a dejarles endeudados...Supongo que el BSCH debió ser uno de esos bancos. Botín, como siempre, el mejor ejemplo para todos.


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