dijous, 28 d’abril del 2011

CIUDADES SANTAS Y CIUDADES CULPABLES

De todos los hechos remarcables que se suceden relacionados con estas páginas, últimamente me llama poderosamente la atención el número de ciudades con nombre de santo desde las que recibo visitas. Ya comenté, dado que muchas de esas visitas proceden del continente americano, que se notaba la influencia de la presencia hispana ahí, pero, señales que uno capta, a ver si nadie se fijaría.

San José, USA
San José , Costa Rica
Sant Louis, USA
Santiago de Chile
San Cristóbal, Venezuela
Sao Paulo, Brasil
Santo Domingo, República Dominicana
Santa Fe, Argentina

Diría que internet y sus caprichos se manifiestan para que yo abrace la fe ??. Dios dirá. Leo acerca de la exacerbada fe de Antoni Gaudi y acabo concluyendo que esa fe puede que fuese la que motivase el tesón por su obra, y puede que su inspiración fuese fruto de ella. Crecer en el barrio de la Sagrada Família en Barcelona debería aportarme cierto caché, entonces, como si la majestuosa sombra de esas torres afectase el carácter, despues de todo más cercanas eran esas torres a mi persona en mi niñez, que los astros que se posicionan y marcan el signo del zodíaco y, a pesar de eso, no dejan de proliferar horóscopos en todos los medios de comunicación. Que están en un rincón, en esas páginas que poca gente se mira, pero no dejan de estar. Y la palabra zodíaco siempre acaba recordándome este clásico del cosmic disco.

http://www.youtube.com/watch?v=f03l-hU6jxM&feature=related

Si pensase o atisbase algún indicio de que hay algo más, podría aprovechar para preguntárselo a un amigo (o yo lo considero en esa escala, igual el diría que somos conocidos, en cualquier caso, más que saludados) que anduvo cerca, puede que se asomase demasiado a esa ventana, quizás no sea conveniente recordarle los hechos, a veces uno se acerca a los fogonazos, atraído por la luz como un girasol, y esos fogonazos queman. Luz de día o luz de noche, esa luz de neón que surge de entre las sombras, y que parpadea a lo lejos. Esa luz que sale en la portada de Hotel California de los Eagles, ese disco donde hay sombras en las fotos de la contraportada. 
En un fallido intento de encontrar nuevos estímulos, escuché un disco de Ella Fitzgerald. Cantando canciones de George y Ira Gershwin. En un engaño del e-mule, ese disco aparecía como una colaboración entre Ella, Astor Piazzola (figura emblemática del tango instrumental) y Chick Corea (prestigioso pianista de jazz). No lo era, pero a consecuencia de ese engaño accedí a A foggy day in London. Esta espléndida interpretación, inencontrable en Youtube, pero que os recomiendo que busquéis, me hizo escarbar y escarbar en las interpretaciones de Ella Fitzgerald hasta encontrar, esta sí, una grabación donde abordaba clásicos de Jobim. Pero se acabó el romance ahí. Quizás Sinatra, seguramente tan canalla como si fuera un menino da rua, fue capaz de travestirse en brasileiro para grabar estas eternas canciones, pero las interpretaciones de Ella Fitzgerald, impecables vocal y técnicamente, adolecen del sentimiento vívido y auténtico, y acaban sonando frías y algo forzadas.

No como ésto, claro. Que hubiese probado a fumar ahora, por ejemplo.

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